No consigo entender la obstinada obsesión del mercado en castellano por cerrar la puerta a los libros electrónicos cuando la demanda es buena, estoy seguro que seriamos muchos los que compraríamos libros interesantes por la red. Hasta ahora, no existe prácticamente nada interesante que se pueda ofrecer de una forma comercial y por supuesto a estas alturas nadie va a comprar un clásico con los derechos sobre la explotación de la propiedad intelectual vencidos, cuando se pueden descargar desde un montón de webs.
Yo me pregunto ¿a qué tienen miedo los editores?. A mi juicio están dejando escapar la oportunidad de algo parecido a un kindle para el mercado en castellano, no satisfacen una demanda que ya está creada y prueba de ello es la cantidad de ebook readers que se están vendiendo, no solo los que se pueden adquirir directamente de forma local, sino también aquellos que solo podemos adquirir a través de la red porque no están comercializados dentro de nuestras fronteras. Entonces, ¿cómo se satisface esta demanda?, pues simplemente por lo que se conoce en la red como "medios habituales", lo que es una tristeza ya que al final costará convencer a los usuarios para que compren algo que hasta hace poco han conseguido gratis, situación que solucionarán probablemente con un nuevo canon.
Como consumidor de literatura en formato electrónico, mi mayor deseo sería poder comprar libros contemporáneos (por supuesto a un precio razonable) y animo desde aquí a los editores a que comercialicen ebook actuales en lengua castellana y para que sirva de ejemplo les recordaría que tan solo en el mes de octubre de este año, la frase "descargar libro" a tenido unas 40.500 búsquedas en google ¿cuántos de estos usuarios pensáis que habrían comprado?.
Yo me pregunto ¿a qué tienen miedo los editores?. A mi juicio están dejando escapar la oportunidad de algo parecido a un kindle para el mercado en castellano, no satisfacen una demanda que ya está creada y prueba de ello es la cantidad de ebook readers que se están vendiendo, no solo los que se pueden adquirir directamente de forma local, sino también aquellos que solo podemos adquirir a través de la red porque no están comercializados dentro de nuestras fronteras. Entonces, ¿cómo se satisface esta demanda?, pues simplemente por lo que se conoce en la red como "medios habituales", lo que es una tristeza ya que al final costará convencer a los usuarios para que compren algo que hasta hace poco han conseguido gratis, situación que solucionarán probablemente con un nuevo canon.
Como consumidor de literatura en formato electrónico, mi mayor deseo sería poder comprar libros contemporáneos (por supuesto a un precio razonable) y animo desde aquí a los editores a que comercialicen ebook actuales en lengua castellana y para que sirva de ejemplo les recordaría que tan solo en el mes de octubre de este año, la frase "descargar libro" a tenido unas 40.500 búsquedas en google ¿cuántos de estos usuarios pensáis que habrían comprado?.