El eBook a día de hoy

No soy un fetichista de los libros, siempre he pensado que éstos están ahí para ser leídos y por lo tanto el libro, como objeto físico, es simplemente el medio de acceso a un contenido, que es lo que realmente importa, así que una vez sentado este principio, cualquier medio de acceso a un contenido es, a priori, completamente válido.

Los cambios tecnológicos hacen que variemos nuestro modo de acceso a la información, en este caso los libros, pero el resultado que produce esa información ha de ser el mismo, independientemente del modo en que accedamos a ella. Es decir, el Quijote seguirá siendo el Quijote indiferentemente de si lo leemos en un libro "tradicional" o en cualesquiera de los formatos digitales o medios electrónicos que tenemos a nuestra disposición. Así que en este sentido, la forma en la que accedemos al contenido de un libro queda reducida al mero aspecto de usabilidad, simplemente accedemos a la información de la manera que nos es más cómoda a cada uno en particular.

La idea de eBook, libro digital o libro electrónico no es nada nuevo, yo supongo que nació en el momento en el que a alguien se le ocurrió introducir información en una máquina, pero lo que si ha ido cambiando a lo largo del tiempo ha sido la forma en la que esa información digitalizada se nos presenta, según disponemos de mejores medios de acceso a un contenido digital este contenido goza de un mayor grado de usabilidad y por tanto será aceptado por un número mayor de usuarios.

Sin embargo y a pesar de disponer de los medios técnicos mínimos necesarios para que el eBook fuera una realidad cotidiana, sigue sin serlo, al menos en lo que al mundo de habla hispana se refiere, pues la demanda de eBooks que se genera no es satisfecha por nadie, los editores siguen sin decidirse a introducirse de lleno en la comercialización de contenidos digitales. Por tanto el eBook a día de hoy sigue siendo una forma secundaria de acceso a la información, pese a las ventajas de usabilidad que éste aporta.

Sin embargo, el eBook no queda ni mucho menos anulado como medio de acceso al contenido de un libro, tan solo se ralentiza, postergándose en el tiempo como forma habitual de lectura ya que los medios técnicos siguen su evolución y el libro electrónico gozará cada vez de un mayor grado de usabilidad y por lo tanto de aceptación.